Ginecomastia en Sevilla y Huelva

Los síntomas comunes de esta condición incluyen:

• Agrandamiento del pecho: Aparece un aumento del tamaño de las glándulas mamarias en hombres.
• Sensibilidad o dolor: Puede haber sensibilidad o molestias en la zona del pecho.
• Bultos o tejido firme: En algunos casos, se puede sentir un bulto debajo del pezón o en la región mamaria.
• Cambios en el pezón: Podrían presentarse cambios en la apariencia del pezón, como protrusión o agrandamiento.

El aumento del tejido mamario masculino es una afección que puede variar en gravedad. Hay tres tipos distintos de este trastorno, cada uno con sus propias causas y gravedad: puberal, inducido por hormonas y pseudoginecomastia. 

• La puberal es la forma más común de ginecomastia y suele estar causada por un desequilibrio hormonal que se produce durante la adolescencia. 
• La inducida por hormonas está causada por una alteración del equilibrio hormonal normal del organismo, normalmente como consecuencia del consumo de drogas o medicamentos. 
• La pseudoginecomastia es similar a la inducida por hormonas, pero está causada por una acumulación de grasa en la zona torácica.

El diagnóstico de esta enfermedad se realiza mediante exploración física y revisión de los síntomas y una evaluación minuciosa del tejido mamario. También pueden realizarse pruebas adicionales si es necesario. El tratamiento del trastorno puede implicar cambios en el estilo de vida, terapia médica y, en algunos casos, cirugía. 

Modificar la dieta, hacer ejercicio y evitar ciertos fármacos y medicamentos son cambios importantes en el estilo de vida que ayudan a mejorar la afección. En cuanto a la terapia médica puede incluir terapia hormonal sustitutiva y ciertos medicamentos y suplementos. Finalmente la cirugía suele reservarse para los casos más graves y puede incluir liposucción, escisión o una combinación de ambas.

La clasificación de la ginecomastia en grados se utiliza para determinar la severidad y extensión del agrandamiento mamario en hombres. Generalmente, se dividen en cuatro grados:

• Grado I: Se caracteriza por un aumento leve en el tamaño del pecho con mínima protrusión del pezón. El exceso de tejido mamario es apenas perceptible y está localizado alrededor del pezón.
• Grado II: En este nivel, el agrandamiento es moderado. La glándula mamaria se agranda más, lo que conlleva a una mayor protrusión del pezón y una apariencia más redondeada del seno.
• Grado III: La ginecomastia de grado III implica un agrandamiento significativo del pecho. El pezón se encuentra más elevado y puede haber un exceso de piel alrededor del seno.
• Grado IV: Este es el grado más severo, con un agrandamiento considerable del pecho que puede resultar en un aspecto femenino. Hay una marcada protrusión del pezón y una gran cantidad de exceso de piel.

Como en la mayoría de intervenciones de cirugía plástica, las pruebas preoperatorias necesarias son:

• Valoración por parte del cirujano plástico cualificado.
• Analítica de sangre.
• Electrocardiograma, en determinados casos, no siempre.
• Otras pruebas, en función de posibles patologías que puedas presentar.
• Valoración por parte del anestesista.
• Realización de unas pruebas complementarias.
• Analítica de sangre.
• Ecografía del pecho.
• Mamografía (si tienes 50 años o más y en el último año no te has realizado una).
• Electrocardiograma, en determinados casos, no siempre.
• Otras pruebas, en función de posibles patologías que puedas presentar.

Por lo general, la cirugía de ginecomastia es un procedimiento ambulatorio, lo que significa que no requiere hospitalización. En la mayoría de los casos, podrás regresar a casa el mismo día de la cirugía.

Las cicatrices resultantes de la cirugía para corregir la ginecomastia varían dependiendo del procedimiento empleado. Los métodos comunes incluyen:

• Mastectomía subcutánea: En este procedimiento, se hace una incisión alrededor de la areola para extraer el exceso de tejido mamario. La cicatriz resultante suele ser periareolar, alrededor del borde de la areola. En la mayoría de los casos, esta cicatriz tiende a mezclarse con el borde de la areola y es menos visible con el tiempo.
• Liposucción asistida por láser: Para casos en los que la ginecomastia se debe principalmente a la acumulación de grasa, la liposucción puede ser suficiente. Las incisiones para la liposucción son generalmente pequeñas y se colocan estratégicamente en áreas poco visibles, lo que resulta en cicatrices muy pequeñas y poco notorias.

La naturaleza y la visibilidad de las cicatrices pueden variar según la técnica quirúrgica empleada, la capacidad de cicatrización de cada individuo y la forma en que se cuidan las incisiones después de la cirugía mamaria. En la mayoría de los casos, con el tiempo, las cicatrices tienden a desvanecerse y volverse menos visibles.

Los resultados inmediatos son visibles, pero la hinchazón puede tardar semanas en disminuir. Los resultados finales suelen apreciarse entre tres y seis meses, cuando la hinchazón desaparece por completo y los tejidos sanan.

Después de la cirugía, se coloca un vendaje compresivo que se retira entre 2 y 7 días después del procedimiento para dar paso a un sujetador ortopédico. Además, tras la intervención el paciente tendrá que guardar reposo por un periodo de 24 a 48 horas para evitar posibles molestias

A partir de este punto, se realizan 3 sesiones de ultrasonido, completamente indoloras, que contribuyen a reducir molestias, inflamación y acelerar la recuperación, además de prevenir la contractura.

En la mayoría de los casos, evitamos el uso de drenajes, por lo que a menos que existan circunstancias excepcionales, optamos por no utilizar drenajes.

Después de 14 a 21 días, se retiran los puntos de sutura. No es necesario quitarlos manualmente, ya que el material utilizado es reabsorbido naturalmente por el cuerpo, sin requerir extracción.

• Sigue las instrucciones sobre el uso de prendas de compresión para reducir la hinchazón y favorecer la cicatrización.
• Evita actividades extenuantes y sigue las indicaciones sobre el reposo durante el periodo de recuperación inicial.
• Toma los medicamentos recetados por el cirujano para controlar el dolor y prevenir infecciones, siguiendo las indicaciones precisas.
• Evita levantar objetos pesados y actividades que ejerzan presión en el área tratada durante el tiempo recomendado por el cirujano.
• Asiste a todas las citas de seguimiento con el cirujano para monitorear la recuperación y recibir instrucciones adicionales.
• Sigue una dieta equilibrada para apoyar la cicatrización y la recuperación general del cuerpo.

El precio puede variar dependiendo de cada caso particular, pero como orientación, suele costar entre los 4.000€ y los 6.000€. Si optas por financiarlo, cuesta alrededor de los 100€ al mes, como media, aproximadamente. Este rango de precios podrá variar dependiendo de las peculiaridades del caso. El precio incluye:

• Primera consulta.
• Consulta técnica (para aclarar dudas).
• Estudio preanestesia con el especialista en Anestesiología y Reanimación.
• Analítica preoperatoria.
• Honorarios del cirujano, anestesista y resto del personal.
• Prótesis de pectoral.
• Curas y revisiones durante el primer año.
• 2 fajas torácicas ortopédicas.
• Pack medicación postcirugía (fármacos que debes tomar durante las 2 primeras semanas).
• 3 sesiones de ultrasonido, si así lo estima oportuno el cirujano.
• Carboxiterapia, si lo ve conveniente el cirujano.
• Primera consulta.
• Consulta técnica (aclarar dudas y concretar el modelo de prótesis definitivo).
• Estudio preanestesia con el especialista en Anestesiología y Reanimación.
• Analítica preoperatoria.
• Ecografía preoperatoria.
• Mamografía preoperatoria (solo se solicita para determinados casos).
• Honorarios del cirujano, anestesista y resto del personal.
• Prótesis de mama.
• Curas y revisiones durante el primer año.
• 2 sujetadores ortopédicos.
• Pack medicación postcirugía (fármacos que debes tomar durante las 2 primeras semanas).
• 3 sesiones de ultrasonido, si así lo estima oportuno el cirujano.
• Carboxiterapia, si lo ve conveniente el cirujano.

Este punto se desarrolla detalladamente en los documentos de consentimiento informado que se entrega previamente a la cirugía. Lo habitual es que no ocurra nada, pero los riesgos más frecuentes son los de cualquier cirugía:

• Hematoma en mayor volumen de lo normal.
• Infección.
• Efectos secundarios de los medicamentos que se emplean en la anestesia.
• Alteraciones de la cicatriz: Habitualmente queda una marca fina, algo más clara que la piel circundante, pero en ocasiones el organismo puede fabricar una cicatriz hipertrófica e incluso un queloide. La mayoría de las veces podemos hacer algo para corregir la cicatriz defectuosa que ha desarrollado el organismo.
• Falta de riego sanguíneo en la areola y el pezón, que en su grado máximo, podría llegar a producir una necrosis con la consiguiente pérdida de los mismos.
• Alteración de la sensibilidad: Como en cualquier otra cirugía puede ocurrir una alteración de la sensibilidad que normalmente es temporal, aunque puede ser permanente en casos aislados.